viernes, 28 de diciembre de 2007

Las insulae, la conquista del cielo por Roma

Las insulas eran las viviendas colectivas, normalmente en régimen de alquiler, de varios pisos en el periodo tardorrepublicano e imperial romano. Contruidas con materiales generalmente pobres, principalmente madera y ladrillo, eran utilizadas por los ciudadanos de clase baja y media (la plebe) que no podían permitirse tener viviendas particulares (domus y villas). En la parte inferior se instalaban tiendas y talleres.

Historia:

Precedentes:
Cuando llega al poder Augusto, los bloques de pisos llevan construyéndose desde hace ya varios siglos. Quizá desde el siglo III a.C. e incluso antes, ya se podían encontrar ínsulas e n Roma y no sólo sencillos cenáculos encima de las casas, sino auténticos bloques de pisos.


Reconstrucción ideal de Babilonia, con la Puerta de Isthar en primer plano. (La Aventura de la Historia Nº 56)

Aunque pueda parecer temprana e incluso poco fiable tal cronología, se pueden encontrar casos similares en las grandes urbes del mundo antiguo, que acuciadas al igual que la ciudad eterna por la presión demográfica., se vieron abocadas a un proceso de superposición de apartamentos en pisos. Aunque suponga arrebatarle la injustificada paternidad de este tipo de edificaciones a Roma, en la Atenas del Siglo de Pericles (S. V a.C.) ya existían, aunque tampoco se le puede atribuir de manera definitiva la patente de la invención a la polis helena. En aquella misma época el gran historiador Heródoto habla de casas de tres y cuatro pisos en Babilonia (1, 180), aspecto en el que vuelve a reincidir siglos más tarde Estrabón en su Geographika al documentar bloques de apartamentos en la misma ciudad y también en Tiro (16, 1, 5). Por último hay que señalar que en el Cartago del siglo II a.C. algunos edificios alcanzaban las seis plantas (App. 8, 28), y que incluso alguno de ellos contaba con un suministro constante de agua y acceso a la red de alcantarillado tal y como que recogido en este vídeo de You Tube:


Origen en Roma:

A finales del periodo republicano empieza a extenderse su construcción, y ya en la época imperial se han convertido en una característica del centro urbano de Roma. La aparición de las ínsulas estuvo íntimamente relacionada con la especulación inmobiliaria, y la superpoblación y falta de alojamientos en el centro de Roma.

Reconstrucción ideal de una calle del centro de Roma, en el momento de mayor tráfico rodado y bullicio callejero. (La Aventura de la Historia Nº 71)

La especulación inmobiliaria tuvo desastrosos efectos en la sociedad: encarecimiento del precio de las viviendas y del alquiler, malas condiciones de vida, insalubridad, empobrecimiento de las clases mas bajas y afectando seriamente a los bolsillos de las clases ecuestres y senatoriales, quienes incluso tenían que pedir prestamos para pagar el alquiler y mantener su tren de vida.

Relieve de Roma
Relieve de Roma en el siglo I d.C.
Algunos personajes relevantes de la historia romana fueron especuladores insignes, con lo que obtuvieron riqueza y poder. Es el caso de Julio Cesar, Craso y Cicerón.
Julio Cesar, siendo procónsul en la Galia, quiso expandir el foro romano por el nordeste, para lo que se tuvo que expropiar fincas de gran valor.
Según relata Plutarco, Marco Licinio Craso, el vencedor de Espartaco y su ejercito de esclavos, tuvo oscuros negocios inmobiliarios con los que amasó una fortuna, logrando ser el hombre mas rico de Roma durante el S.I a.C. Aprovechando su cargo como oficial con Sila, recibía las donaciones de las casas que le llegaban después de eliminar a sus adversarios, y además, compraba por poco dinero en las subastas, las casas de los enemigos proscritos por el régimen.
En la fotografía izquierda, busto de Craso
También, siguiendo de nuevo a Plutarco, fue propietario de hasta 500 esclavos albañiles y constructores, quienes acudían a los edificios recién derrumbados o incendiados, para, aprovechándose de la desesperación de sus propietarios, cómprarselos por un precio muy bajo y volver a construir en los solares sobre las cenizas aún humeantes.
Otro especulador importante lo encontramos en el orador y escritor del S.I a.C, Marco Tulio Cicerón, quien habría permitido el deterioro de sus fincas urbanas para expulsar a sus habitantes y realquilarlas después por más dinero.
Respecto a la población, había estado creciendo durante los primeros siglos de la ciudad de manera constante, concentrándose en el centro de la ciudad. Otra razón fue la expansión del imperio, lo que motivo la inmigración a su capital.
Construcción:
El arquitecto Marco Vitruvio (S.I a.C) describe a las ínsulas de la siguiente manera: "con pilares de madera y con estructura de mampostería se levantan varios pisos con numerosos entramados, que logran como resultado unas viviendas altas de enorme utilidad. Por tanto el pueblo romano adquiere viviendas magnificas, sin ningún obstáculo, a partir de superponer unos pisos sobre otros".
Las insulae se construían en principio de madera y adobe, pero con el tiempo empezaron a usarse ladrillos cocidos y cemento. Los materiales eran de mala calidad, por lo que eran frecuentes los incendios y los colapsos de los edificios. Por ello se intento regular la altura máxima de los edificios sin mucho éxito. Julio César, quizá por haber vivido de joven en una insula, fue el primero en regularizar la construcción de las insulae, implantando una altura máxima de ocho plantas (19 metros).Tras el gran incendio de Roma, el emperador Nerón dictó normas muy estrictas para la construcción de insulae, que prohibían las paredes en común y las alturas máximas de 5 plantas. Además, decretó que todos los edificios se construyeran principalmente en piedra y que sobresaliesen en la parte delantera pórticos. Augusto y Trajano fijaron la altura máxima en siete o seis pisos, pero en la realidad tales medidas no fueron respetadas, como han demostrado las excavaciones arqueológicas. Por ejemplo, para superar las inspecciones se construía la fachada según la altura permitida y luego se elevaban los pisos traseros.

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